La manera en que el agua discurre por un río puede variar de simple a compleja y esto determina el tipo de fórmula empleado para calcular el tránsito de avenidas.
Las dos características básicas de flujo describen su grado de uniformidad dentro del cauce y de constancia a lo largo del tiempo.
A menudo, las condiciones de flujo cambian con el tiempo y de un lugar a otro dentro de un mismo curso de agua.
Podemos describir los siguientes tipos de condiciones de flujo:
Flujo uniforme: se presupone que el caudal se mueve a la misma velocidad y en la misma dirección en cada punto dentro la corriente.
Flujo no uniforme: la velocidad no es igual en cada punto.
Flujo constante: la velocidad, presión y sección transversal pueden ser distintas de un punto a otro, pero no cambian con el tiempo.
Flujo variable: las condiciones cambian con el tiempo.
Si combinamos estas condiciones de flujo podemos identificar cuatro tipos generales:
Flujo constante y uniforme: las condiciones no cambian ni con la posición en el río ni con el tiempo.
Flujo constante y no uniforme: las condiciones cambian de un lugar a otro en el río, pero no con el tiempo.
Flujo variable y uniforme: en un momento dado, las condiciones son iguales en todos los puntos, pero cambian con el tiempo.
Flujo variable y no uniforme: las condiciones del flujo pueden cambiar de un punto a otro y, en cada punto, con el tiempo.
Los métodos hidrológicos de tránsito de avenidas presuponen condiciones sencillas en las que el flujo es constante y uniforme.
Conforme las condiciones de flujo se vuelven más complejas, es preciso recurrir a métodos hidráulicos para calcular con exactitud el caudal de tránsito de avenidas y el nivel aguas abajo.