La cobertura no uniforme de la precipitación en una cuenca viola la suposición básica de uniformidad. La cobertura en una cuenca puede variar tanto en el porcentaje de la superficie que se ve afectada como en las regiones específicas que reciben la precipitación. El resultado puede ser una respuesta fluvial considerablemente distinta de la respuesta que predice la teoría del hidrograma unitario.
Por ejemplo, supongamos un caso hipotético en el cual se producen 5 unidades de altura de lluvia sobre la décima parte de la superficie de una cuenca, mientras el resto de la cuenca no recibe precipitación alguna. En este caso, una vez promediada la precipitación parecería que la cuenca recibe media unidad de altura. Dependiendo del modelo de escorrentía empleado, es posible que media unidad de altura no sea suficiente lluvia para producir una escorrentía significativa. Sin embargo, en la zona de la cuenca que recibió 5 unidades de altura puede haber escorrentía considerable que aparece como una respuesta importante en el canal fluvial.