
Las técnicas de teledetección pueden proporcionar estimaciones de la cantidad de precipitación que ha caído en aquellos lugares donde no hay nadie que tome mediciones. La información de teledetección puede provenir de pluviómetros electrónicos automáticos, sistemas de radar meteorológico o satélites meteorológicos. Los pluviómetros automatizados generan la muestra más directa de la precipitación en el suelo, pero brindan poca información acerca de la variabilidad espacial y temporal de la precipitación, dos aspectos críticos para determinar el riesgo de inundaciones repentinas. Los radares y satélites meteorológicos generan representaciones de la precipitación más amplias en términos de la superficie en la que se distribuyen, pero ambos son complejos y tienen ciertas desventajas en términos de precisión. Además, aunque el radar tiende a ser más exacto que los satélites, por lo general se controla a nivel local y, por tanto, su instalación y mantenimiento son costosos. A continuación consideraremos las ventajas y desventajas de ambos sistemas en términos de la vigilancia y predicción de las crecidas repentinas.