Las tres propiedades esenciales del suelo que se deben considerar a la hora de evaluar el riesgo de inundaciones repentinas son su humedad, su textura y su perfil.

Es difundida la idea de que la humedad del suelo es la propiedad relacionada con el suelo de mayor importancia para la formación de escorrentía rápida e inundaciones repentinas. Esta perspectiva tiene cierta validez, ya que cuando el suelo está saturado no queda suficiente espacio para que el agua adicional lo penetre y, en consecuencia, toda la lluvia se convierte en escorrentía, independientemente de la textura del suelo.

Por otra parte, es lógico pensar que cuando el suelo está seco grandes cantidades de lluvia pueden infiltrarse en el suelo en lugar de convertirse en escorrentía. Aunque es razonable partir de esta suposición para algunos lugares, especialmente para zonas húmedas con suelos profundos, esto no procede en muchas situaciones.
Las inundaciones repentinas ocurren cuando la intensidad de la lluvia excede la capacidad de infiltración del suelo, incluso cuando está seco.
Cuando el índice de pluviosidad excede la capacidad de infiltración de la superficie del suelo, el resultado es la escorrentía superficial. Este proceso, que se conoce como flujo superficial del exceso de infiltración, produce una escorrentía superficial rápida y eficiente que puede ocurrir incluso en condiciones de sequía.
Ciertas texturas del suelo, como la arcilla y, en cierta medida, el limo, pueden estar asociadas con tasas de infiltración bajas y provocar escorrentía rápida durante una lluvia intensa. Como muestra la animación anterior, esto significa que es probable que la escorrentía provocada por una lluvia intensa sea más rápida y eficiente en zonas con suelos arcillosos de lo que sería el caso en lugares donde el suelo es arenoso.

Aunque los suelos arenosos permiten una mayor infiltración durante una lluvia intensa, la escorrentía puede ocurrir rápidamente si la capa de suelo no es muy profunda. Por ejemplo, si hay una capa de roca impermeable debajo de una capa delgada de suelo, esa capa de suelo puede saturarse rápidamente y generar grandes cantidades de escorrentía. Esto puede verse en la imagen anterior, en la cual el suelo se satura por encima de la capa de roca en el lado derecho de la imagen.
Encontrará más información sobre la textura de los suelos y la infiltración en la sección «Propiedades del suelo» de la lección Procesos de escorrentía: versión internacional.