
En la mayoría de los casos, se supone que los valores Po de la malla sean uniformes para toda la cuenca. Además, hay una sola curva lluvia-escorrentía por cuenca. Por lo tanto, los valores de guía para inundaciones repentinas sobre malla reflejan principalmente las características de las cuencas en sí, especialmente cuando hay poca variación en la humedad del suelo. Este ejemplo ilustra el grado de correspondencia entre las celdas de la malla y las cuencas individuales.

Otra limitación de la guía para inundaciones repentinas es que las curvas lluvia-escorrentía y los valores de umbral de escorrentía tienden a modelarse para cuencas con superficies superiores a los 250 km2, pero las inundaciones repentinas suelen ocurrir en cuencas de menos de 80 km2 de superficie y a menudo en cuencas de menos de 40 km2.

Por lo tanto, es posible que la guía para inundaciones repentinas no brinde el nivel de detalle necesario para una lluvia convectiva intensa que ocurre sobre una subcuenca pequeña.

Finalmente, tal como se calculan en los modelos de escorrentía, los valores de guía para inundaciones repentinas se ven afectados principalmente por las condiciones de humedad del suelo. Por lo general, las cuencas son demasiado grandes para tener en cuenta ciertas condiciones importantes de uso del suelo, como la urbanización o las zonas quemadas. Es poco probable que los valores de guía para inundaciones repentinas sean representativos de las zonas urbanas de la cuenca donde, por ejemplo, los valores de guía para inundaciones repentinas deberían ser considerablemente menores que en las zonas no urbanas.
Es importante que al hacer uso de la guía para inundaciones repentinas estemos conscientes de las áreas específicas donde es muy probable que se produzca más escorrentía de lo que sugieren los datos de guía. El uso de herramientas de generación de mapas y el trabajo en colaboración con otras agencias puede resultar útil para presentar la información sobre cuencas urbanas y zonas deforestadas y quemadas.