La disponibilidad de estimaciones operativas de la precipitación con una alta resolución espacial y temporal a partir de datos de radar meteorológico corregidos mediante observaciones pluviométricas y los avances considerables que se han producido en la potencia de cómputo permiten modelar la escorrentía con mucho más detalle.

Los modelos de escorrentía distribuidos capturan los detalles de la lluvia, de las características del suelo y de uso del suelo a una escala muy fina. En el modelado distribuido, las características de escorrentía se representan a nivel de celda de malla o de subcuenca, lo cual genera descripciones mucho más detalladas de la escorrentía y del caudal fluvial con el tiempo de lo que puede generar la guía para inundaciones repentinas. La guía para inundaciones repentinas es una buena herramienta para alertar de una inundación repentina inminente, pero no comunica la magnitud de la crecida. Un modelo distribuido correctamente calibrado que cuenta con buenas mediciones cuantitativas de la precipitación de alta resolución y buena calidad puede, en teoría, pronosticar con éxito picos de altura de inundación y caudales específicos para una cuenca de 100 km2 de superficie; esto significa que la escorrentía se puede modelar sobre la misma escala que una tormenta convectiva, algo muy importante para el pronóstico de inundaciones repentinas. Los modelos distribuidos prometen brindar información y perspectivas adicionales acerca de las condiciones hidrológicas en lugares donde no se cuenta con suficientes observaciones de caudal. A medida que la ciencia de modelado distribuido avanza y la calidad de los datos de entrada aumenta, es probable que el enfoque de modelo distribuido reemplace la guía para inundaciones repentinas.
Sección «Modelado de escorrentía» de la lección Procesos de escorrentía: versión internacional