Efectos de la cuenca

Las características de la cuenca hidrográfica pueden afectar en gran medida la escorrentía y la susceptibilidad subsiguiente a las inundaciones repentinas. En algunas circunstancias, los efectos de la cuenca son más importantes que la lluvia.

Vista aérea de una zona semiárida rural en Arizona (EE.UU.), donde los árboles y arbustos pequeños acentúan las estructuras topográficas y los cursos de agua de la cuenca.

Las distintas características de una cuenca, como su forma, la pendiente de las laderas, el grado de sinuosidad del curso fluvial que la atraviesa y la densidad del manto vegetal, pueden afectar la capacidad del suelo de absorber el agua de la lluvia. Por ejemplo, una lluvia sobre las laderas de una cuenca muy empinada con escasa vegetación generará más escorrentía que sobre una cuenca de pendiente suave con abundante vegetación.

Efecto del tamaño y la longitud de la trayectoria del flujo en la escorrentía de una cuenca.

A la hora de evaluar el riesgo de inundaciones repentinas, también es importante considerar el tamaño de la cuenca. La mayoría de las inundaciones repentinas ocurren en cuencas pequeñas, de menos de 80 km2 y muy a menudo de menos de 40 km2.

Cualquier factor que cause una mayor velocidad y eficiencia de la escorrentía puede aumentar la probabilidad de que una cuenca en particular sufra inundaciones repentinas. Encontrará más información sobre los efectos de la cuenca en la sección «Propiedades de la cuenca» de la lección Procesos de escorrentía: versión internacional.