Duración de la precipitación

La duración de la precipitación de gran intensidad es el otro factor principal que determina el peligro de inundaciones repentinas. Utilizaremos el término célula convectiva para hablar de tormentas o chubascos individuales. Utilizaremos el término sistema convectivo para hablar de un grupo organizado de células convectivas. Con la excepción de las supercélulas, las corrientes ascendentes convectivas individuales normalmente no duran mucho más de una hora. Por tanto, aunque una célula convectiva individual es capaz de producir gran cantidad de lluvia, típicamente no permanece sobre un punto en particular suficiente tiempo como para provocar una inundación repentina. No obstante, si una misma zona se ve afectada una y otra vez por más de una célula o por varios sistemas convectivos, aumenta la probabilidad de que se produzca una crecida repentina. En esta sección examinaremos algunas instancias de inundaciones repentinas producidas de esta forma.

Dos factores determinan el movimiento de un sistema convectivo: la dirección de los vientos ambientales que lo transportan y el lugar dentro y en los bordes de dichos vientos donde las células surgen y se disipan (propagación). En muchos casos, los sistemas convectivos siguen el rumbo de los vientos ambientales a su alrededor y las células nuevas se forman en el borde de avance del sistema. En términos generales, el sistema se desplaza con relativa rapidez, como se observa en la animación siguiente.

Secuencia de imágenes de reflectividad radar que muestra el movimiento de un sistema convectivo de mesoescala de propagación hacia adelante sobre la región del centro sur de los Estados Unidos. La secuencia abarca aproximadamente 10 horas del ciclo de vida de la tormenta.

Normalmente, los sistemas que se forman de esta manera no causan inundaciones de gran magnitud, a menos que sean muy grandes o que se desplacen muy lentamente. Sin embargo, algunos sistemas convectivos engendran células nuevas en dirección opuesta, es decir, en la parte posterior del sistema, de modo que su movimiento general se vuelve lento o casi estacionario.

Es también posible que se engendren otras células convectivas en sentido paralelo a la orientación general del sistema. Por ejemplo, la línea de células de la animación siguiente no se desplaza con demasiada velocidad; no obstante, las células individuales que contiene se mueven con bastante rapidez y en sentido paralelo respecto de la línea. Se engendran nuevas células cerca del final de la línea, relativo al movimiento general del sistema.

Secuencia de imágenes de reflectividad radar que muestra una serie de intensas células convectivas que pasa sobre las mismas cuencas durante casi 6 horas.

Aunque las células individuales se desplazan rápidamente, representan un peligro considerable de inundación repentina, porque pueden producir múltiples chaparrones intensos sobre las mismas áreas. Este tipo de movimiento ocurre con frecuencia a lo largo de frentes estacionarios y estructuras topográficas abruptas. Las células que se desplazan de esta forma parecen moverse «en serie» o «en tren».