Por eficiencia de precipitación se entiende la cantidad de agua que precipita de un sistema de tormentas en comparación con la cantidad de humedad asimilada por dicho sistema. En el ejemplo anterior consideramos la cantidad de precipitación que podría generar una típica célula convectiva dado el supuesto sencillo de que todo el vapor de agua que contiene se convierta en lluvia. Sin embargo, esto implica una eficiencia de precipitación del 100 %, algo muy poco probable en el mundo real. Ninguna tormenta puede lograr la eficiencia absoluta en su capacidad de generar precipitación, aparte que la eficiencia de precipitación de las tormentas puede variar mucho, incluso en una misma zona. Consideremos los dos factores principales que pueden aumentar la eficiencia de precipitación.