
La urbanización suele alterar las superficies naturales del suelo y de los cauces fluviales de las cuencas. Los factores tales como la permeabilidad de la superficie, el tamaño de la cuenca, la densidad de drenaje, la rugosidad, la longitud y la pendiente del canal pueden verse afectados de forma tal que la escorrentía adquiera mayor magnitud y velocidad.

En las zonas urbanas, la mayor cobertura de pavimentación, edificios y suelos compactos impide la infiltración del agua de lluvia y de deshielo en comparación con la superficie natural del suelo. Esto puede aumentar en gran medida la magnitud de la escorrentía.

Las características urbanas, como los arcenes de las calles y los muros de contención, pueden dividir una cuenca natural en subcuencas más pequeñas. Las zonas de drenaje más pequeñas responden mucho más rápidamente a las lluvias localizadas que una cuenca más grande.

Las redes viarias, las cunetas y los sistemas de drenaje pluvial funcionan como una red de afluentes y aumentan la densidad de drenaje. Una mayor densidad de drenaje resulta en una escorrentía más rápida hacia los cauces fluviales.
En comparación con un lecho fluvial natural, las superficies de las calles, las alcantarillas y los sistemas de drenaje pluvial tienen superficies lisas. La menor rugosidad superficial permite un movimiento mucho más rápido de la escorrentía hacia los cauces fluviales principales de lo que sería el caso en condiciones más naturales.

En las zonas urbanas, es común que se elimine la vegetación de los ríos y a veces hasta se cubre el fondo de cemento, un proceso denominado «canalización» que además reduce la rugosidad y aumenta la velocidad del agua.

A veces, las obras de canalización implican enderezar el arroyo urbano y eliminar los meandros. Esto reduce la distancia que el agua atraviesa desde el comienzo de la cuenca de drenaje. También aumenta la pendiente, ya que el cambio de elevación sigue siendo igual, pero abarca una distancia menor. Debido a la reducción de la distancia del trayecto y el aumento en la pendiente, la escorrentía produce una respuesta de crecida mucho más rápida.
En términos generales, en los entornos urbanos la escorrentía ocurre más rápidamente y una mayor parte de la escorrentía alcanza los ríos de lo que es el caso en los entornos rurales.