Dadas cuencas con características y coberturas de lluvia o agua de deshielo uniformes, la cuenca más grande producirá un mayor volumen de escorrentía.
Como es poco común que se produzca una cobertura uniforme, la escorrentía está determinada por la parte de la cuenca que recibe la precipitación, que se denomina área de aporte.
Si dos cuencas tienen la misma área pero formas distintas, la más larga y estrecha producirá un hidrograma con un caudal máximo menor y distribuido a lo largo de un período mayor en comparación con una cuenca más «ancha».
En comparación con un río sinuoso, un río que tiene un curso recto responderá más rápidamente y con un caudal máximo mayor.
En comparación con una cuenca relativamente llana, una cuenca muy empinada producirá una respuesta fluvial más rápida con un caudal máximo más alto.
En comparación con un cauce fluvial con una superficie rugosa (muchas piedras y vegetación), un cauce fluvial liso producirá una respuesta fluvial más rápida con un caudal máximo mayor.
La densidad fluvial es la longitud de todos los canales en una cuenca dividida por el área de la cuenca.
Una densidad de drenaje alta indica un cauce con numerosos tributarios y una escorrentía más rápida y más eficiente.
La urbanización suele aumentar tanto el volumen como la velocidad de la escorrentía.