A menudo, la lluvia sobre nieve se considera el peor escenario posible en situaciones que presentan la perspectiva de deshielo rápido. Sin embargo, la lluvia sobre una capa de nieve no siempre produce el rápido calentamiento de la nieve y a veces no produce calentamiento alguno. Considere una situación en la cual a lo largo del día caen 10 mm de lluvia de 10 °C. Esta lluvia es lo suficientemente cálida como para no congelarse a medida que se escurre por la capa de nieve. Conforme atraviesa la capa de nieve, la lluvia transfiere pequeñas cantidades de energía térmica a la nieve.

El calor impartido por esta lluvia cálida equivale a 420 kJ/m2 al día. Esto equivale a 5 W/m2, es decir, al menos un orden de magnitud menos que la energía solar absorbida en un día soleado de invierno con un ángulo de incidencia bajo y nieve fresca.
Considere ahora una situación en la cual cae una lluvia fría de 0 a 1 °C. A medida que esta lluvia fría atraviesa la capa de nieve, libera calor a la nieve y comienza a helar, formando zonas de hielo.

Conteste esta pregunta para averiguar cómo esta formación de hielo afecta la posibilidad de que se produzca el deshielo.
Como resultado de esta lluvia fría que comienza a helar, la temperatura de la capa de nieve _____. (Escoja la mejor opción.)
La respuesta correcta es a).
Cuando comienza a formarse el hielo, se libera calor latente a la capa de nieve, lo cual provoca el aumento de la temperatura general.
¿Cuánto aumentará la temperatura de la capa de nieve como resultado de esta lluvia fría? Esta vez, la misma cantidad de 10 mm de lluvia a 0 °C se congela y libera su calor latente de fusión en el interior de la capa de nieve. Supongamos una distribución uniforme de la lluvia en una capa de nieve de un metro de profundidad que tiene una densidad de 340 kg/m3 y una temperatura inicial –5 °C. El proceso de congelamiento liberará 3350 kJ de calor en la capa de nieve y aumentará la temperatura media de –5 a 0 °C.
El punto más importante de estos ejemplos es que aunque la lluvia puede no ser un factor contribuyente importante para el derretimiento de la nieve, cuando la lluvia se congela en la nieve, se convierte en un factor de gran importancia para la saturación de la nieve y deja la capa de nieve susceptible al derretimiento rápido.
Cabe preguntar qué relación existe entre la cantidad de lluvia que se congela en el interior de la capa de nieve y el grado de calentamiento que se produce como resultado. Esta gráfica muestra la relación entre la cantidad de lluvia que se congela en una capa de nieve y el calentamiento resultante para cuatro relaciones de nieve a líquido distintas, desde una nieve densa de 2:1 hasta una nieve «esponjosa» de 10:1. La nieve densa requiere mucha más lluvia para provocar un aumento específico en la temperatura. Por ejemplo, calculemos cuánta lluvia provocaría un calentamiento de 4 grados en la capa de nieve «esponjosa» con una relación de nieve a líquido de 10:1.

Desde el punto correspondiente a 4 grados, suba hasta la pendiente que corresponde a la capa de nieve de 10:1 y después siga una línea horizontal hacia la izquierda para determinar que hacen falta 2 mm de lluvia para producir este grado de calentamiento.
Utilice la misma gráfica para determinar la cantidad de lluvia que causaría el mismo calentamiento de 4 °C para una nieve más densa de 2:1. (Escoja la mejor opción.)
La respuesta correcta es d).
En términos resumidos, el manto de nieve puede ganar o perder calor a través de las varias formas de intercambio de energía que acabamos de estudiar. En lo referente al deshielo, el máximo grado de saturación o fusión suele volverse posible en días relativamente cálidos, húmedos y ventosos (y probablemente nublados).