
La sublimación es la conversión directa de la nieve y el hielo en vapor de agua atmosférico. Este proceso puede reducir el contenido de agua de la capa de nieve acumulada sin que se derrita.
La sublimación provoca un enfriamiento considerable de la nieve acumulada. El proceso de sublimación requiere una energía equivalente a 680 calorías por gramo de hielo, mientras que el proceso de fusión solo requiere 80 calorías por gramo. En otras palabras, la energía empleada para la sublimación de un gramo de nieve acumulada equivale a la cantidad de energía necesaria para derretir 8,5 gramos de nieve acumulada.
La sublimación se intensifica en condiciones de viento y baja humedad. Con las condiciones apropiadas, algunas regiones pueden perder grandes porcentajes de la nieve acumulada. No obstante, en ausencia de estas condiciones meteorológicas la nieve acumulada que se pierde por sublimación es muy poca.