Un acuífero es un volumen subterráneo de roca y arena que contiene agua. El agua subterránea que se halla almacenada en los acuíferos es un componente importante del ciclo hidrológico. Se han realizado estudios a raíz de los cuales se calcula que aproximadamente el 30 por ciento del caudal de superficie proviene de alguna fuente de agua subterránea. A nivel mundial, cerca de la mitad de la población depende del agua subterránea como fuente de agua potable.

Los acuíferos se componen de materiales tales como agua, suelo, espacio vacío dentro del suelo y materiales del subsuelo, debajo de la superficie terrestre. El agua que queda almacenada en el espacio vacío se clasifica en dos tipos generales: En los acuíferos libres o no confinados el agua subterránea está en contacto con la atmósfera a través de los poros del suelo que los cubren. La capa superior del agua subterránea se denomina nivel freático (o napa freática). En los acuíferos confinados, el agua subterránea está encerrada por una capa no porosa o muy poco porosa denominada acuicludo y no entra en contacto con la atmósfera.
Siempre que la superficie del suelo esté por debajo del nivel freático, pueden formarse zonas con agua superficial permanente, como lagos, lagunas y ríos.

La profundidad del nivel freático se puede representar en un mapa. Estos mapas muestran la variabilidad de la distribución del agua subterránea en una cuenca hidrográfica.
Este mapa del nivel freático del Condado de Cochise, en Arizona, muestra un nivel freático muy variado que oscila entre el nivel de superficie y profundidades en exceso de 240 metros.
