Agua atmosférica

  • Entre los procesos más importantes del agua atmosférica se incluyen la condensación, precipitación, evaporación y transpiración.
  • El proceso de condensación libera energía en forma de calor latente y es necesario para crear precipitación. En la mayoría de los lugares, la precipitación es el factor principal que controla el ciclo hidrológico local.
  • Aunque tradicionalmente la precipitación se ha medido mediante pluviómetros, es preciso utilizar varios métodos para compensar sus deficiencias en la cobertura y la confiabilidad de los datos. La ventaja del radar es su capacidad de proveer estimaciones de la precipitación casi en tiempo real. Los satélites se utilizan para obtener cálculos estimados de la lluvia en zonas desprovistas de redes de radares o pluviómetros.
  • La evaporación es el paso del agua en estado líquido al estado gaseoso en forma de vapor. En las regiones áridas, pueden evaporar hasta 2.000 mm al año de una superficie de agua.
  • Existen varias técnicas para medir la evaporación, como las siguientes:
    • tanques de evaporación; tienen limitaciones tales como la interferencia de los pájaros, la temperatura del agua, la necesidad de realizar una conversión para obtener un cálculo estimado del uso de agua por las plantas y la «paradoja de la evaporación».
    • lisímetros de varios tipos, como los de pesada y los de drenaje, con o sin succión.
    • mediciones meteorológicas con base en las características físicas que afectan a la evaporación, como la temperatura del aire, la temperatura del agua, el movimiento del aire sobre la superficie del agua y el déficit de presión de vapor.
    • El déficit de presión de vapor es una indicación de la «aridez» del aire o de la cantidad de vapor de agua que se requiere para llevar el aire hasta el punto de saturación.
  • La transpiración es el proceso por el cual la humedad que las plantas extraen del suelo por su sistema radicular eventualmente se evapora.
  • En general, el efecto combinado de la evaporación y la transpiración constituye el elemento de pérdida más importante del sistema de agua del suelo. Las plantas tales como los pastos o hierbas, los matorrales y algunas plantas de cultivo tienen períodos de transpiración más breves que la vegetación de los bosques. En los bosques, los árboles caducifolios suelen transpirar durante un período menor que las coníferas. En comparación con las demás plantas, las tasas de transpiración de los árboles suelen ser entre las más altas.