Usted regresa al centro y José y Ana llegan poco después. Maya, Alfonso y Fatima describen brevemente la situación actual antes de irse al final de su turno de trabajo: la precipitación comenzó en el noroeste del país a eso de la hora 16 del pronóstico y desde entonces la lluvia ha aumentado continuamente, tanto en extensión como en intensidad.
Secuencia de imágenes de reflectividad radar desde la hora 16 hasta la hora 24.
También les muestran los totales de lluvia más recientes del satélite y del radar para este segundo período de precipitación.


Determine los valores máximos de precipitación acumulada según las estimaciones del satélite y del radar, respectivamente.
(Escoja la mejor respuesta.)
La respuesta correcta es c).
De acuerdo con la escala de colores de la imagen del satélite, los tonos azul verdoso representan aproximadamente 25 a 35 mm de lluvia. Según la escala de colores de la imagen radar, los tonos magenta representan totales de 50 a 62.5 mm.
Usted comenta que le llama la atención la diferencia considerable que hay entre las estimaciones del radar y del satélite y pregunta si eso es común en la región.
Ana explica que si bien a veces se detectan diferencias incluso mayores entre las estimaciones del radar y del satélite, otras veces coinciden bastante entre sí, y agrega que depende principalmente de la situación meteorológica. No hay observaciones que permitan verificar la cantidad de precipitación que cayó antes en las cuencas Central y Occidental, pero Ana comenta que quizás el satélite haya acertado en su estimación de la precipitación sobre esas cuencas durante el primer período de precipitaciones.
¿Cree que los datos extraídos del satélite subestimaron la precipitación en proporción igual antes del primer episodio de precipitaciones? Explique por qué.
Es posible que el satélite no haya subestimado la lluvia tanto durante el primer período de precipitación. Sabemos por la verificación que en esa ocasión los pronósticos del modelo hidrológico para las cuencas Central y Occidental coincidieron con la realidad y eso significa que la predicción cuantitativa de la precipitación (PCP) que se utilizó para generarlos constituía una predicción bastante buena de la lluvia que en realidad cayó. También hubo informes oculares de las inundaciones menores experimentadas en algunos arroyos pequeños, algo común cuando la intensidad de lluvia excede 25 mm h-1, un valor muy cercano a lo que estimaba el satélite.
Ana le pregunta a qué atribuye la discrepancia considerable que existe ahora entre las predicciones del radar y del satélite. (Para explicar la situación, recuerde lo que comentó José ayer sobre los productos que combinan los datos infrarrojos de los satélites en órbita geoestacionaria con la imágenes de microondas de los satélites polares, y tenga presente lo que revelan las secuencias de imágenes radar recientes acerca de la situación meteorológica, tal como usted la conoce.)
La causa más probable de la discrepancia es el hecho de que muchas de las nubes que han producido lluvia sobre las cuencas Principal y Alta son más bajas de lo que es típico para las tormentas continentales. El radar apoya esta teoría, ya que no se han formado muchas células de precipitaciones intensas (tonos rojos), que es lo que suele ocurrir con la convección continental de estación cálida. Como la extracción de datos por el satélite se basa en gran parte en la temperatura de los topes nubosos y está calibrado para las intensas tormentas de estación cálida, es probable que el satélite esté asignando a las tormentas en curso un valor de intensidad de lluvia demasiado bajo. Esto explicaría, al menos en parte, el hecho de que la verificación del primer episodio de convección dio buenos resultados, ya que esas tormentas intensas generaban el tipo de precipitación que, por diseño, el método del satélite estima mejor.
Ana hace una pregunta más: «Suponiendo que a lo largo del evento se mantenga la misma diferencia proporcional entre las estimaciones del radar y del satélite, ¿qué impacto tendría este factor en los pronósticos del modelo hidrológico?» (Enfoque su explicación en una comparación de los valores de caudal del modelo y los caudales que se registrarán.)
Los valores de caudal y nivel pronosticados por los modelos hidrológicos serían más bajos que en la realidad, porque las estimaciones satelitales de la precipitación empleadas para establecer las condiciones iniciales en el modelo hidrológico son demasiado bajas. Este efecto podría ser considerable en términos del aporte a la escorrentía proveniente de las cuencas Central y Occidental, donde no hay radar y existen pocos pluviómetros para mejorar las estimaciones del satélite.
Después este interesante intercambio con Ana sobre las estimaciones de precipitación del radar y del satélite, José los llama para comentar los pronósticos más recientes del modelo. En primer lugar, desea evaluar los resultados de la predicción cuantitativa de la precipitación durante las horas 12 a 24 del período de pronóstico, de modo que visualiza la PCP de las horas 12 a 24 de la corrida anterior del modelo junto con los totales de precipitación del radar y del satélite para el segundo período de precipitación:



José comenta que, en términos generales, no parece haber llovido tanto como indicaba la PCP del modelo, además de que también daba a entender que la mayor parte de la precipitación estaría centrada sobre cuenca Alta, mientras que tanto el radar como el satélite indican que, en realidad, la mayor parte de la lluvia cayó sobre la zona central de la cuenca Principal.
A continuación, José visualiza las predicciones de la nueva corrida de los modelos meteorológico e hidrológico:


Usted observa que los pronósticos cuantitativos de la precipitación se parecen mucho a los de la corrida anterior de los modelos, con la diferencia de que se espera un poco más de lluvia en el período de 24 a 36 horas y que parece que la lluvia tardará un poco más en salir de la región, hacia el sudoeste, a las 36 a 48 horas del pronóstico.





En términos generales, estos hidrogramas son muy similares a los de la corrida anterior, con la diferencia notable de los valores máximos de las estaciones de aforo de cuenca Alta, donde no ha llovido tanto como estaba previsto, que ahora son más bajos. El pico de caudal en la estación 1 del río Principal también es un poco más estrecho y levemente más alto que antes, porque allí la precipitación cayó en un lugar más cercano a la salida de la cuenca de lo que se había anticipado. En las últimas 24 horas, los pronósticos cuantitativos de la precipitación y los modelos hidrológicos han producido resultados bastante buenos y ahora proyectan un aumento en el tamaño de la zona de precipitación para las próximas 12 horas, de modo que José y Ana deciden actualizar la información al público con boletines de inundación fluvial de nivel 2 para todos los ríos.
Momentos antes de transmitir el nuevo boletín de información al público, una observadora voluntaria que trabaja en la cuenca Central oriental llama para informar que algunas tormentas muy intensas han pasado por la zona y que los arroyos pequeños cerca de su casa están desbordando sus márgenes. José y Ana confían en esta información y deciden agregar un boletín de crecida repentina de nivel 2.
