La lectura de los boletines de perspectiva hidrológica estacional para el año en curso le permite llegar a la conclusión de que, en términos climatológicos, acaba de comenzar la temporada húmeda de las cuencas. La acción de los vientos en niveles bajos, que capturan la humedad del mar y la transportan hacia el interior, aportará la humedad adicional que permitirá el desarrollo de precipitación.
Usted está consciente de que en muchos lugares del mundo es común que la estación húmeda coincida con la época de temperaturas más cálidas, lo cual significa que, de haber nieve acumulada, el agua de deshielo ya debería haber alcanzado su nivel máximo, de modo que no sería una consideración importante. La consulta rápida de algunos mapas y tablas le permite constatar que ya se ha derretido casi toda la poca nieve que se acumula en la República del Bienestar.

Si el deshielo es un asunto pertinente en su zona, consulte la lección Procesos de deshielo: edición internacional.
Después de examinar algunos mapas de precipitación semanal y de leer unas cuantas discusiones meteorológicas diarias recientes, usted concluye que es común que a través de las cuencas se formen tormentas aisladas todos los días después de mediodía, especialmente en las áreas más montañosas.

Al parecer, estas tormentas suelen traer precipitaciones entre leves y moderadas a las tres cuencas más altas y aunque en la cuenca Principal a veces se forman tormentas más intensas, esta no es una ocurrencia diaria.
De acuerdo con las discusiones meteorológicas que acaba de leer, tanto las cuencas altas como la cuenca Principal también experimentan los efectos del paso periódico de perturbaciones atmosféricas de gran escala, y este parece ser el mecanismo que aporta gran parte de la precipitación estacional que recibe la cuenca Principal.