Todos siguen vigilando la situación en las cuencas Central y Occidental. Ana abre el mapa de precipitación total del satélite que acaba de salir, que corresponde al primer período de lluvias.

Ana y José se alegran de que no ha llovido tanto en el sudoeste de cuenca Alta, donde la guía para crecidas repentinas indicaba los valores más altos. Como la precipitación se ha desplazado hacia el oeste, saliendo de esa zona, sienten que pueden eliminar el boletín de crecida repentina de nivel 1 para cuenca Alta. José le pregunta a Ana si cree que deberían cambiar los boletines de crecida repentina de nivel 2 en alguna parte de las cuencas Central y Occidental.
«Bueno, es difícil saberlo —explica ella—, especialmente dado que no hay pluviómetros en la zona de lluvias, de modo que no podemos evaluar la exactitud de las estimaciones del satélite.»
Para evaluar la situación, Ana decide hacer un par de breves llamadas telefónicas, a un observador confiable en Pueblo Central y a un leñador que vive cerca de la zona de tala rasa. Aunque la conexión no es la mejor, entre el ruido de la estática y las ráfagas de viento entiende de ambos que ha estado lloviendo muy fuerte y que las aguas de los arroyos pequeños de la zona están creciendo con bastante rapidez. Después de describirle la situación a José, parecen estar de acuerdo en que, de continuar la precipitación en las aguas de cabecera de las dos cuencas, es probable que ocurran crecidas repentinas en las áreas de laderas empinadas.
Usted decide examinar los últimos datos de las estaciones de aforo, para averiguar la respuesta en los cursos fluviales principales, pero le sorprende que los limnígrafos no indiquen valores más altos.



Si los arroyos pequeños cerca de la zona de tala rasa y Pueblo Central están acercándose al nivel de cauce lleno, ¿por qué no muestran lo mismo los limnígrafos del curso principal de ambos ríos?
(Elija todas las opciones pertinentes.)
Las respuestas correctas son a) y b).
El curso principal de los ríos es más grande y puede aceptar más escorrentía sin acercarse a su nivel de cauce lleno. Además, la escorrentía tarda en viajar corriente abajo desde los canales menores cerca de la cabecera de la cuenca. De contar con un hidrograma para los arroyos pequeños del oeste de las cuencas Central y Occidental, quizás veríamos que el pico en el flujo es mucho más pronunciado y ocurre antes de lo que indica el hidrograma de la salida de la cuenca. Por lo general, este fenómeno se conoce como tiempo de retardo o de retraso.
José y Ana mencionan que por ahora confían en sus modelos hidrológicos, ya que se aproximan bastante a la respuesta real de los ríos Central y Occidental; explican que es por eso que a corto plazo no piensan emitir ningún boletín de inundación para las cuencas Central y Occidental, especialmente en vista de que la precipitación se ha alejado continuamente de la zona, hacia el oeste.