Consideraciones acerca del período de datos históricos

A veces los datos históricos disponibles sobre el caudal de un curso fluvial no son suficientes para representar la historia completa del río. Las crecidas y las sequías que ocurren con poca frecuencia pueden no estar representadas en suficiente medida en un registro limitado de caudales históricos.

Por ejemplo, la inundación del río Misisipí que ocurrió en 1993 fue un evento raro que posiblemente solo ocurra una vez cada 100 años. Si el período de datos históricos solo abarca 40 años, hay buenas probabilidades de que una crecida como la de 1993 no esté representada en los datos estadísticos disponibles. Por otra parte, si el período de datos históricos abarca 300 años, es probable que varias inundaciones como la de 1993 figuren en las estadísticas de frecuencia de crecidas. Por lo tanto, cuanto mayor sea el período de datos históricos, tanto más representativas serán las estadísticas de frecuencia de crecidas.

Imágenes satelitales que comparan la zona cerca de Saint Louis, Misuri en agosto de 1991 y de 1993, durante la gran inundación del Río Misisipí.  La región bajo agua es aproximadamente 8 a 10 veces mayor en la imagen de 1993.

Para que los datos estadísticos de guía hidrológica para determinados eventos sean exactos y confiables, es preciso usar conjuntos de datos que incluyan muestras representativas de la mayor cantidad posible de eventos diferentes.

Cuanto más largo sea el período de datos históricos, tanto mayor será la probabilidad de capturar la gama de todos los eventos posibles.

En hidrología, es normal emplear varios períodos de retorno distintos.

Hay varios períodos de retorno de uso común, como las avenidas de 2, 10, 25, 50, 100 e incluso 500 años. Podemos usar las estadísticas de los datos históricos de caudales para calcular los valores correspondientes a cada uno de estos períodos de retorno. No obstante, cabe preguntar en qué medida son representativos los valores más extremos, como los de la avenida de 500 años.

Siempre que sea posible, conviene no estimar valores de período de retorno para las crecidas que exceden dos veces la duración del registro de datos históricos que tenemos a nuestra disposición, de modo que si no contamos con datos para al menos 250 años, es mejor no confiar demasiado en las estimaciones de una avenida de 500 años.