En muchos países se preparan tormentas de diseño sobre la base de curvas de profundidad–duración–frecuencia, las cuales muestran la relación entre la profundidad de la precipitación y la frecuencia de ocurrencia de distintos períodos de duración. Dichas curvas se generan a partir de los registros históricos de eventos de precipitación importantes para determinada región. La avenida de proyecto estándar es un criterio de diseño similar empleado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército (Army Corps of Engineers) de los Estados Unidos.

La crecida máxima probable (CMP) es el límite teórico superior que podemos esperar de la combinación más severa de condiciones meteorológicas e hidrológicas. Se calcula mediante la precipitación máxima probable (PMP) que es teóricamente posible para un período de duración de tormenta dado en un lugar geográfico en particular.

Cuando sea apropiado para determinada zona, la crecida máxima probable puede también incluir fallos estructurales tales como la ruptura de un dique o una represa. Con o sin la participación de una tormenta, tales eventos pueden provocar la mayor inundación posible para una zona. Por lo general, este nivel de inundación no se utiliza en los análisis de frecuencia de crecidas, ya que desconocemos los valores de probabilidad y período de retorno.

Otro evento de proyecto que se utiliza en muchos sitios es el enfoque de transposición de tormentas, que consiste en desplazar una tormenta observada a otro lugar dentro de la misma región.